martes, 19 de abril de 2016

ENERGIAS.






Del largo trasegar de la vida existen por injerencia directa dos energías propias e inherentes a los seres humanos: las del padre con su esperma y las de la madre con el ovulo como principio creador en este espacio matricial. Este principio es en palabras del propio Hermes Trismegistro “todo tiene su par, su antagónico” donde nos dice que las energías vienen en pares por tanto la tercera energía es la transmutación de las 2 anteriores en una creación por demás perfecta y equilibrada.

Una vez comprendido este elemento pasamos a la lectura de esas energías que al contrario de lo que muchos piensan no basta con solo sentir lo que un tercero manifiesta en un momento determinado, puesto que estas pueden estar impregnadas de sensaciones que no corresponden al ser, sino que se necesita de la comprensión total de un elemento adicional como lo es una octava tanto en su grado como en su recorrido, y sabemos que pocos son capaces de leer una energía correctamente puesto que la visualización del recorrido de la misma depende del grado de consciencia y de la esfera de consciencia del individuo.

Hablar de estas cosas no es sencillo pues para ello necesitariamos tener equilibrados los centros mecánico, lógicos y emocional ya que sin esto es prácticamente imposible conocer en su totalidad la energía en uno u otro sentido de la octava o momento recorrido descartando las fascinaciones de la mente del individuo, ya que en muchos casos las creaciones mentales por las impresiones recibidas son muy fáciles de mecanizar convirtiendo una supuesta lectura de energías en mentiras del individuo.

Debemos comprender que todas las impresiones que son recogidas a través del centro emocional no pueden ser transmutadas correctamente si se carece del equilibrio del centro lógico procesando los pensamientos de la mente que en su mayoría son impresiones equivocadas de imágenes distorsionadas de la realidad en su conjunto general, lo que implica que una acción no se convierta en una reacción que es proyección del centro mecánico manifestada en acciones no deseadas, de este modo, evitamos que lo externo entre a través del centro emocional sin un filtro apropiado convirtiendo una acción en una reacción. Una vez comprendido esto la lectura de las energías es en principio posible en un acotado intervalo según el grado de comprensión de la esfera de conciencia del individuo.

Interiorizando la información podríamos saber que es el manejo de las energías puesto que es común ver como equivocadamente pensamos que estamos capacitados en esta materia sin haber primero equilibrado cada una de las partes del individuo. Primero que todo comenzamos con la lectura de las energías que como mencionamos no refiere al momento, puesto que las impresiones inmediatas son procesadas solo por el centro instintivo emocional sin dar paso a la racionalización o centro lógico, pues una persona puede tener un mal momento y tener una energía que no es propia de sí misma y probablemente ha sido influenciado en un determinado instante lo que no permite la correcta visualización en el plano general de la octava dando como resultado la fascinación; seguidamente y una vez recibida la información por el centro emocional, esta debe pasar a ser intelectualizada de manera objetiva por el centro lógico  ya que permite la correcta interpretación del  suceso o de los sucesos, lo que deja fuera al centro mecánico que reacciona de forma inmediata a las impresiones que vienen del exterior. Ahora bien, entendido esto y leída correctamente la energía entregada, se pasa a su visualización en el intervalo que corresponde a la octava que transitada siempre de adelante hacia atrás logrando la lectura de la misma correctamente permitiendo que las energías sean transmutadas, pues al conocer el transito entero de la misma correspondiente y de manera inequívoca a la transmutación bien sea hacia un grado “Negativo” a partir del centro de la esfera de consciencia o hacia un grado “Positivo” desde el centro de la esfera de consciencia, por tanto no basta solamente con saber el contenido de la energía en sí, sino el tránsito de la misma; con esto queremos decir que una mala lectura de una energía en un momento dado puede dar como resultado una transmutación en eventos desfavorables o si se hace de manera correcta en eventos favorables según sea el caso, asi que mantener el equilibrio en todos los centros es muy importante pues minimizamos el riesgo de transmutarlos eventos, situaciones o en un fin no deseado y para esto es muy importante la auto observación continuada ya que sin ella es imposible el equilibrio necesario para leer y transmutar las energías desde el interior hacia el exterior dándonos la posibilidad de no desperdiciar energías que otros transmutaran según los fines que ellos hayan previsto, es decir, que la lectura de las energías va desde lo interno hacia lo externo y de lo externo hacia lo interno en un perfecto equilibrio sin perder las energías propias.

Por ahora dejaremos hasta aquí el tema puesto que es lo necesario según la octava transitada.

Centésimo Humano.

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