Cuando pienso en este pequeño mundo viajando por la vastedad
de la creación casi como un grano de arena en la inmensidad del mar, veo como
la corriente que se crea en el centro galáctico nos somete ante la fuerza
impetuosa del brazo de Orión. Fuerte cazador que implacable no dejaba escapar a
su presa, así pues fue tomada nuestra estrella, esa que parece tan grande pero
que palidece ante la magnitud del mismo universo pues es para sí solo un grano
de arena flotando en el mar.
Mientras el vaivén que mece el universo en esa eterna danza,
actuando sobre todo arremolinándolo obtiene para sí y cada nota su frecuencia.
Esta es la que da vida y que no es más que el producto de la vibración misma de
nuestra esfera y de todas las esferas que nos acompañan en el roce interminable
de la gravedad de la materia. Hermanos de viaje que plácidamente danzan en
rededor nuestro y contiguo a nosotros dándole armonía a la vida que está dada
por obra de creador de mundos. El LOGOS-FORMATIERRAS.
Cada una de las esferas es UNIDAD pues representa el creador
en sí, es FRECUENCIA que transforma la creación en belleza y armonía que orbita
en nuestros sentidos pues nos deleitamos con su azaroso movimiento
interpretando esa ONDULATORIA libertad y plenitud que da la perfección de la creación
que habita en todas las obras de lo que existe. Esta Unidad viaja según La Frecuencia de los designios cósmicos Ondulando
en los anales del tiempo. Es el numero áureo de nuestra existencia pues en el
habita todo y todo sale de él; es la Fuente que da la capacidad al Todo, al Uno,
de sostener esta creación es esta perpetua perfección, pues no hay nada más
cercano a la profundidad del conocimiento supremo de aquello que está cerrado a
los ojos del hombre pues es incognoscible a la materia.
Esta perfección se mezcla y da forma desde lo más grande
hasta lo más pequeño, crea la armonía de los sentidos, el pensamiento, el espíritu
pues FI es Alfa y PI Omega; comienzo y fin creador del universo visto y no
visto, creado e increado, es lo que une lo éterico con lo material, principio y
fin fundamental. Balance perfecto del sonido pues en él se encuentran los armónicos
de las notas es la música de las esferas, principio que encierra la materia. Es
la frecuencia que sostiene la vida en esta pequeña esfera cósmica, esta nave
que nos lleva de un lugar a otro en el universo a través de la perfección matemática
Fijándonos un rumbo armónico, simple, perfecto, Pitagórico.
Ahora que veis ese áureo sol, pensad en cuanto hemos
caminado, cuán lejos hemos llegado en esta ASTRONAVE llamada tierra que encerrándonos
en su Frecuencia perfecta nos sostiene y nos lleva a conocer nuevos mundos,
nuevos compañeros de viaje estelar, nuevas aventuras cósmicas.
No busquéis pues afuera lo que adentro esta, no anheléis lo
que ya tenéis pues es tan efímero como la propia existencia, no os comparéis
pues nuestro astro rey es tan pequeño como un grano de mostaza en el universo,
no pretendáis pues millones de estrellas hoy son polvo y no os vanagloriéis pues
no hay grandeza en el hombre.
Ahora que ya comprendéis que vuestro grandeza no es más que
una quimera, que vuestro ego palidece al lado de la bastedad del universo, que
vuestra soberbia no alcanza ni para hacer girar una peonza entonces comprenderéis
que realmente somos insignificantes ante la creación y que debemos aprender de
ella mientras habitemos esta gran astronave llamada tierra. Cambiemos de
frecuencia hagámosla crecer, creamos en nosotros ya que no tenemos más que
comprender que nuestra GEA nos cambia y nos revela que solo somos ADN.
La grandeza de tus obras solo puede ser medida por la vara del espiritu que las crea.
Centésimo Humano.
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