La humanidad en general cumple con la principal función para la que fue creada: AMAR. Es en momentos adversos para la psiquis humana donde lograr sobrellevar acontecimientos que son contrarios a la misma creación como lo es el estado de dar vida y entender la muerte como la transición de un estado presente y objetivo a otro indeterminado y subjetivo siendo ambos parte misma de la existencia del cósmico y nosotros como partes de esa existencia infinita desde nuestra conciencia limitada.
Cada uno de los seres vivientes en el planeta entero manifiesta la condición de AMAR todo lo que es creado, AMAR la vida misma y AMAR la esencia que habita en cada uno de los seres creados. Está por demás decir que cada ser tiene su propia esencia y que en el cósmico se ha manifestado de diversas formas, cada uno de acuerdo a su grado de comprensión de la realidad; es por esto que entre más simple un sujeto, este tiene una consciencia mucho más desarrollada hacia esa condición de AMAR, pues esta es la principal ley de este mundo el AMOR.
Cuando llegan momentos adversos tal y como decíamos, estos, son contrarios a la misma esencia del acto de AMAR así que por ley de polaridades se exterioriza lo peor o lo mejor de cada uno de los seres que habitan el planeta desde su capacidad de razonar; es en momentos como los que estás viviendo ahora mismo que tu propio SER te da la capacidad de entender que las cosas más pequeñas como compartir con otros es lo que realmente nos hace SER, compartir las alegrías, las tristezas y las cosas que la naturaleza nos entregó son parte de la misma humanidad, por que esta misma nos enseña a cada momento el acto de AMAR y cada momento es una extensión de ese acto de AMAR.
Es en momentos adversos según la orientación de la conciencia del individuo donde podemos generar los cambios, ya que no se puede cambiar algo repitiendo patrones sociales sino que sólo adentrándose en lo desconocido es donde estos cambios se manifiestan como extensión del aprendizaje de SER-HUMANOS. Hoy, están muriendo cientos de miles de personas al rededor de todo el mundo y debéis entender que esto hace parte de la misma naturaleza de todo ser viviente, de todo ser consciente de su fin último en el planeta como parte de todo lo que el cósmico tiene dentro de sí, y nosotros, como extensión de este, debemos comprender que es así y no acorde a nuestro deseo individual, por tanto debéis estar en armonía manifestada en tranquilidad externa y paz interior.
El planeta mismo visto como un ente con un grado de consciencia orientado hacia lo creado en el cósmico de PAZ, ARMONÍA y AMOR está saturado con nuestra falta de empatía hacia todo, nuestra arrogancia de que todo nos pertenece y nuestro egoísmo hacia el prójimo. Nada de esto es así y no hay nada más alejado de lo que realmente existe pues nada es nuestro por ser sujetos de un todo separados solo por la conciencia de su campo mórfico único y, para el HUMANO verdadero entiende que nada le pertenece, incluso la vida misma. Podemos ir al campo y querer guardar el aroma de la ROSA sin más resultado que la nada pues lo que es eterno no puede ser separado del todo, así como la caricia del AIRE que nos entrega un espectáculo cuando toca la hierba o mece las olas del mar, podemos tener para sí la TIERRA por el tiempo que nuestra energía vital exista en nosotros para darnos sustento y aun asi esta prevalece tras nuestra partida. Las posesiones de las que un HUMANO puede hacer uso son el FUEGO de la libertad y el AMOR hacia lo creado en nuestro mundo como consciencia que está en concordancia con el cósmico el cual contiene el mismo AMOR por que todos somos parte de ese acto de AMOR.
Hoy vemos familias reunidas, hijos cuidando a sus padres, madres siendo madres, padres siendo padres, amigos que se buscan en esta alocada vorágine del mundo moderno, animales que buscan la compañía de los seres humanos como lo era en tiempos del idílico EDÉN, hombres siendo hombres, mujeres siendo mujeres por que estan volviendo a amarse sin ninguna distinción, niños jugando como niños y hermanos siendo hermanos como la gran familia humana y cósmica que somos. El planeta ha parado, nuestra GAIA, lo necesitaba: ríos limpios, mares en calma, vientos suaves, oxígeno en las ciudades, aves en el cielo, peces en las costas, aguas cristalinas en un mundo que ama la paz pues hemos hecho un alto dándole un respiro, un abrazo y un momento de descanso a nuestra nodriza celeste.
Nuestro planeta está sometido a ese ritmo de vida frenético que tiene el mundo moderno y civilizado, no aguanta más arrogancia, no aguanta más falta de empatía y menos la falta de AMOR hacia todo lo que habita en él; nos está invitando a volver a nuestra esencia primaria que tal y como los animales, las plantas y los niños entienden que es AMAR de manera incondicional tal y como fué, es y será por que la única verdad es que nosotros amamos la vida no por estar acostumbrados a vivir sino porque estamos habituados al AMOR.
Centésimo Humano.
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