Del largo trasegar de la
vida existen por injerencia directa dos energías propias e inherentes a los
seres humanos: las del padre con su esperma y las de la madre con el ovulo como
principio creador en este espacio matricial. Este principio es en palabras del
propio Hermes Trismegistro “todo tiene su par, su antagónico” donde nos dice
que las energías vienen en pares por tanto la tercera energía es la transmutación
de las 2 anteriores en una creación por demás perfecta y equilibrada.
Una vez comprendido este elemento
pasamos a la lectura de esas energías que al contrario de lo que muchos piensan
no basta con solo sentir lo que un tercero manifiesta en un momento
determinado, puesto que estas pueden estar impregnadas de sensaciones que no
corresponden al ser, sino que se necesita de la comprensión total de un elemento
adicional como lo es una octava tanto en su grado como en su recorrido, y
sabemos que pocos son capaces de leer una energía correctamente puesto que la visualización
del recorrido de la misma depende del grado de consciencia y de la esfera de
consciencia del individuo.
Hablar de estas cosas no
es sencillo pues para ello necesitariamos tener equilibrados los centros mecánico,
lógicos y emocional ya que sin esto es prácticamente imposible conocer en su
totalidad la energía en uno u otro sentido de la octava o momento recorrido
descartando las fascinaciones de la mente del individuo, ya que en muchos casos
las creaciones mentales por las impresiones recibidas son muy fáciles de
mecanizar convirtiendo una supuesta lectura de energías en mentiras del
individuo.
Debemos comprender que
todas las impresiones que son recogidas a través del centro emocional no pueden
ser transmutadas correctamente si se carece del equilibrio del centro lógico procesando
los pensamientos de la mente que en su mayoría son impresiones equivocadas de imágenes
distorsionadas de la realidad en su conjunto general, lo que implica que una acción
no se convierta en una reacción que es proyección del centro mecánico
manifestada en acciones no deseadas, de este modo, evitamos que lo externo
entre a través del centro emocional sin un filtro apropiado convirtiendo una acción
en una reacción. Una vez comprendido esto la lectura de las energías es en principio
posible en un acotado intervalo según el grado de comprensión de la esfera de
conciencia del individuo.
Interiorizando la información
podríamos saber que es el manejo de las energías puesto que es común ver como
equivocadamente pensamos que estamos capacitados en esta materia sin haber
primero equilibrado cada una de las partes del individuo. Primero que todo comenzamos
con la lectura de las energías que como mencionamos no refiere al momento, puesto
que las impresiones inmediatas son procesadas solo por el centro instintivo
emocional sin dar paso a la racionalización o centro lógico, pues una persona
puede tener un mal momento y tener una energía que no es propia de sí misma y
probablemente ha sido influenciado en un determinado instante lo que no permite
la correcta visualización en el plano general de la octava dando como resultado
la fascinación; seguidamente y una vez recibida la información por el centro
emocional, esta debe pasar a ser intelectualizada de manera objetiva por el
centro lógico ya que permite la correcta
interpretación del suceso o de los
sucesos, lo que deja fuera al centro mecánico que reacciona de forma inmediata a
las impresiones que vienen del exterior. Ahora bien, entendido esto y leída
correctamente la energía entregada, se pasa a su visualización en el intervalo
que corresponde a la octava que transitada siempre de adelante hacia atrás logrando
la lectura de la misma correctamente permitiendo que las energías sean transmutadas,
pues al conocer el transito entero de la misma correspondiente y de manera inequívoca
a la transmutación bien sea hacia un grado “Negativo” a partir del centro de la
esfera de consciencia o hacia un grado “Positivo” desde el centro de la esfera
de consciencia, por tanto no basta solamente con saber el contenido de la energía
en sí, sino el tránsito de la misma; con esto queremos decir que una mala
lectura de una energía en un momento dado puede dar como resultado una transmutación
en eventos desfavorables o si se hace de manera correcta en eventos favorables según
sea el caso, asi que mantener el equilibrio en todos los centros es muy
importante pues minimizamos el riesgo de transmutarlos eventos, situaciones o en un
fin no deseado y para esto es muy importante la auto observación continuada ya
que sin ella es imposible el equilibrio necesario para leer y transmutar las energías
desde el interior hacia el exterior dándonos la posibilidad de no desperdiciar energías
que otros transmutaran según los fines que ellos hayan previsto, es decir, que
la lectura de las energías va desde lo interno hacia lo externo y de lo externo
hacia lo interno en un perfecto equilibrio sin perder las energías propias.
Por ahora dejaremos hasta aquí
el tema puesto que es lo necesario según la octava transitada.
Centésimo Humano.
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